Resulta hoy loable que un artista se tome la molestia de transformar en arte el tiempo que pierde en Instagram o en Tinder. Así, Juan Obando se ha obstinado en mostrarnos el mazacote de lugares abusados, de gestos exhaustos y de personas desesperadas bajo la máscara de la fantasía de aceptabilidad social, producido por hordas de guerreros de bandera propia como si fueran un conjunto uniforme y estructurado.
Estos mercenarios de los réditos inmateriales que acuden a la repetición y a la copia, a la polémica fácil y a la adhesión oportunista, muy a su pesar han producido una narrativa coherente que ha terminado por transformar el mundo, si es que pudiéramos, claro está, simplificar ese exabrupto de gesticulaciones deformes, hasta que la palabra «narrativa» nos ofreciera un chiste de una línea sobre este montón de seres tristes con cara de pato que somos nosotros y nuestros contemporáneos, cuando nos decidimos a mostrarnos al mundo en pantallitas de diversos formatos, vistas en público o en privado por otros usuarios, igualmente patéticos e igualmente ciegos a lo no evidente de este trabajo siempre apenas empezado, que más que una revolución, constituye las cadenas de un cognitivado puesto en permanente entredicho por una dieta racionada de likes, matches y retweets.
Víctor Albarracín Llanos
Fuente: Víctor Albarracín Llanos. 2017. “Default Browser” en Red Galería Santa Fe 2015 – 2016 (catálogo) (pp. 30-34). IDARTES: Bogotá. ISBN: 978-958-8997-87-2