Derechos
Jaime Gili
Cali, sep. - oct. 2015
A veces quisiera poder ir más allá, ver qué hay del otro lado. Pero la barricada, lejos de ser una barrera plana, como uno podría creer a primera vista, es en realidad un habitáculo múltiple. Desde luego, se trata de una superficie, un muro que se alza ante la vista como un obstáculo infranqueable, que ni siquiera se puede rodear. Pero tiene una particularidad y es que uno puede penetrar en esa superficie. Nosotros vivimos adentro. Es más, si nos atrevemos a postular la existencia de un grupo, de una colectividad; en pocas palabras, si existe un nosotros, ello se debe exclusivamente a la forma de la barricada. Fuera de ella estaríamos disgregados, cada uno a lo suyo, incapaces de conformar ninguna identidad común. La barricada nos contiene y lo que se produce entre ella y nosotros es un intercambio de sentido. No sé en qué momento empezó esta vida. A mí me parece que llevo desde siempre aquí adentro, sirviendo y cumpliendo con mi deber. Estoy satisfecho de poder estar aquí, del lado correcto, no puedo quejarme. Me va bien. Cada familia tiene asignada una sección de la barricada que incluye un sirviente. La familia a la que sirvo está compuesta por un padre, una madre, dos hijos y un abuelo. Asimismo, la barricada cumple en el espacio púbico una indiscutible función ornamental. Embellece el entorno, le otorga carácter. A veces, cuando regreso de buscar provisiones, cargando las bolsas del supermercado, me asombra redescubrir lo hermoso que es todo: la aglomeración de materia, las masas de color vibrando en el aire de la plaza, el aura contestataria, como de cosa improvisada y salvaje, que adquiere el conjunto bajo los rayos del sol de la mañana. El abuelo de la familia a la que debo servir me dijo que eso se llamaba Síndrome de Stendhal, lo de sentir que uno es capaz de morir de tanta belleza. Y ten en cuenta, comenta el padre, que esto es solo una pequeña porción del mundo tal y como lo conocíamos antes de la catástrofe. El abuelo me pide que no lo olvide: nuestra barricada es el último reducto de la belleza y la civilización. A veces quisiera poder ir más allá cuando vuelvo del supermercado, adentrarme en esas calles donde, según dicen, se persigue con saña cualquier signo del pasado, cualquier rasgo distintivo de la belleza caduca. Pero no lo puedo negar, hay días en que atravesaría la línea imaginaria que nos separa de ese mundo de barbarie. Hay días en que, gustosamente, me expondría al contacto con esa pobre gente que no puede y no sabe disfrutar de la belleza. Para qué, dirán. No sé, quizás para llevarles algo de instrucción, para contarles cómo vivimos adentro de la barricada, cómo hemos organizado nuestro mundo ahí adentro para conservar lo que ellos destruyen con su mera existencia, sin ningún esfuerzo, casi con desdén. Sin embargo, sé que se trata de una fantasía que nunca voy a cumplir. Las tareas de servidumbre ocupan todo mi tiempo y energía. Los dos hijos y el abuelo demandan atención constante, mimos, cuidados. Por otro lado, la madre y sus eternas sesiones de maquillaje y peluquería constituyen otro de los tantos sacrificios que nuestra microsociedad está dispuesta a hacer en nombre de la belleza. En las noches se encienden hogueras y se habla de las obras de arte desaparecidas tras el cataclismo, también se recitan chistes sacados de los estupendos programas de humor de la televisión nacional que ya no volverán a transmitirse nunca. Y así vamos pasando los meses, los años, bajo el rigor de todos los climas. Testigos de los cambios en el aspecto exterior de nuestro pequeño mundo, envejecemos. Cuidando, eso sí, de nuestro bellísimo y pequeño territorio, pintado y despintado por la intemperie.
Juan Cárdenas
Publicaciones
· Jaime Gili. 2016. “Derechos”. (bis) | oficina de proyectos: año 1 (2014-015) (catálogo) (vol. 1, pp. 65-73). (bis) | oficina de proyectos: Cali, Colombia. ISBN: 978-958-46-9910-7
Bibliografía
· Juan Cárdenas. 2016. “Intemperie”. (bis) | oficina de proyectos: año 1 (2014-015) (catálogo) (vol. 2, pp. 55-59). (bis) | oficina de proyectos: Cali, Colombia. ISBN: 978-958-46-9910-7
· Jaime Gili. 2015. Derechos o la larga historia del formato largo. Tráfico Visual (septiembre 28, 2015)
Créditos
Exposición
Derechos
Fechas
Septiembre 24 – Octubre 24, 2015
Lugar
(bis) | oficina de proyectos
Calle 23 Norte 6AN-17, oficina 412
Cali, Colombia
Artista
Jaime Gili
Escritor
Juan Cárdenas
Fotografía
José Kattan
Agradecimientos
Sebastián Galarza
lugar a dudas