La parábola de la hipérbole
Colectivo Maski
Cali, oct. - nov. 2018
Como la naturaleza, las formas del mercado se interconectan, son funcionales unas a otras en un sistema de relaciones prácticas, los empaques de plástico se guardan en cajas que a su vez se agrupan en empaques para ser posteriormente transportados en plataformas flotantes de acero que sostienen containers metálicos. No se trata simplemente de las diversas imágenes, marcas y tipografías que enumeran y representan los productos en las estanterías de los supermercados, ocultando su procedencia y cadena de frío en medio de traducciones de marcas, que se mueven del mandarín al español, pasando por el turco, el portugués y de vuelta en el inglés. En esta inmensa cadena de formas aparecen imágenes y espacios que son subsidiarios, consecuencias de la necesidad del comercio.
En medio de la ciudad de Cali, el conjunto colorido de estrategias de promoción oculta una de esas circunstancias producto del mercado, los títulos de almacenes, las pinturas gastadas de marcas, las chazas y puestos ambulantes han ido rodeando un edificio patrimonial, una de esas estructuras que se estudian en las facultades de arquitectura y que, cuando es necesario, capitalizan el acervo patrimonial de una ciudad, para que con ellas se pueda contar la historia, sus momentos ideológicos, y en América Latina sobretodo el modesto modernismo.
La galería Santa Elena, celebre por sus historias de crimen parece como una piel dura que le creció a los lados a una pieza esbelta de arquitectura, resultado de los juegos matemáticos de Félix Candela. Este edificio construido en los años 60 se levantó para ser otra más de esas promesas de renovación y planeación urbana que con el tiempo terminó por responder más al flujo real de las necesidades que a su proyección idealista. Como hecho espacial, es interesante considerarla como un producto directo de la naturaleza del mercado, pariente no muy lejana del container o de la caja de madera que protege frutas traídas desde las proximidades en camiones, geométrica y elegante como un recipiente de poliestireno, un vaso de plástico o una lata de estaño, este edificio es celebre por invisible.
Pensar así en las formas del mercado es ver en el intrincado sistema de intercambio de bienes un conjunto de materiales, diseños y funcionalidades que dependen unas de otras, y que son, como en el reino natural, resultado, unas de las condiciones de la otras; hablándose no sólo desde su realidad efectiva como objetos o espacios, pero también desde el tiempo en el que, por ejemplo, un edificio moderno que excedió su función para re-significar el lugar, termina “manchado” por las carencias e improvisaciones de economías informales y de rebusques, en los que operan reglas menos precisas que las del edificio, y entre las cuales es posible encontrar esas formas que viajaron en buques desde lejos, formas que son todas consecuencia y que guardan parentesco entre sí.
Colectivo Maski
Créditos
Exposición
La parábola de la hipérbole
Fechas
Octubre 4 – Noviembre 16, 2018
Lugar
(bis) | oficina de proyectos
Calle 23 Norte 6AN-17, oficina 412
Cali, Colombia