Los Pepes (60) (2020)

Camilo Restrepo

Tinta, pasteles de cera solubles en agua, saliva y cinta adhesiva sobre papel
42 x 59,3 cm

El difícil dilema de qué hacer con los hipopótamos en Colombia es la consecuencia de una pregunta juguetona y familiar, ¿qué hacer en Nápoles?, formulada por quienes rodeaban al hombre para el cual, por culpa de la ilegalidad de las drogas, todo era posible. La respuesta llegó en 1983 en un avión Hércules cargado de animales exóticos.

De las especies que conformaban el narcozoológico, un hipopótamos macho y tres hembras encontraron en la hacienda de Pablo Escobar el ambiente propicio para reproducirse lejos del control natural que ejercen las sequías en la sabana africana. La manada empezó a crecer y lo seguirá haciendo exponencialmente: había 60 ejemplares en 2019, hay 80 o más en 2020 y se estima que habrá 800 en 2040 y 8000 en 2060.

Estos mega-invasores son una amenaza tanto para las personas (en África son la principal causa de muerte por ataques de animales salvajes) como para el medio ambiente: contaminan las aguas y desplazan o exterminan a las especies nativas. La solución a este problema sigue siendo plata o plomo. Y como en Colombia no hay dinero suficiente para capturarlos, esterilizarlos o reubicarlos, se hace urgente aniquilar decenas antes que centenas o millares de ellos. El cálculo puede hacerse en vidas o en toneladas de carne muerta.

Todo lo que el capo tocó viene pringado con baldados de sangre fría.

Exhibida en:

· Memorias de Nápoles. EL PRAN Projecten. Aruba, 2020-2021

· Todos ponemos y todos ganamos. (bis) | oficina de proyectos & Galería Jenny Vilá. Cali, 2020

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